El Dolor Invisible: Controlando el Dolor en Pacientes con Heridas Crónicas
- María Sol Campos Moreno

- 8 sept 2024
- 2 Min. de lectura
El dolor es una experiencia universal que, en muchas ocasiones, afecta gravemente la calidad de vida de las personas. Para aquellos que sufren heridas crónicas, el dolor no solo es constante, sino que puede retrasar el proceso de cicatrización, convirtiendo su vida diaria en una lucha constante. Según la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP), el dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable que afecta tanto física como mentalmente. En los pacientes con heridas crónicas, este dolor puede ser más complejo y, a menudo, requiere de un tratamiento personalizado y cuidadoso.
¿Qué es el dolor en heridas crónicas?
El dolor en heridas crónicas es una combinación de dolor causado por daño en los tejidos (dolor nociceptivo) y en los nervios (dolor neuropático). También puede incluir dolor psicógeno, relacionado con factores emocionales como el miedo o la ansiedad que experimenta el paciente debido a su condición.
Tipos de dolor en heridas crónicas:
Dolor agudo: Es el tipo de dolor que aparece como respuesta inmediata a una lesión o trauma. Suele ser proporcional al estímulo que lo causa y es una forma de advertencia del cuerpo. Responde bien al tratamiento y es fácil de localizar.
Dolor crónico: En este caso, el dolor es más intenso y no responde adecuadamente al tratamiento. No tiene función protectora y se convierte en una enfermedad por sí misma, afectando la vida del paciente a largo plazo.
Además de estos tipos de dolor, el paciente con heridas crónicas puede experimentar dolor tanto en reposo como con actividad (dolor persistente), lo que limita su capacidad de llevar una vida normal. Procedimientos como el cambio de apósitos, la limpieza de heridas o el desbridamiento también pueden generar un dolor temporal pero agudo.
La importancia del tratamiento individualizado
Cada paciente experimenta el dolor de manera diferente, por lo que el tratamiento debe ser personalizado. Es fundamental que el manejo del dolor forme parte del plan de cuidados integral para pacientes con heridas crónicas. Los profesionales de la salud deben escuchar al paciente y reconocer que el dolor siempre es lo que el paciente dice que es.




Comentarios